Idioma croata
El idioma croata o dialecto croata es una variante estándar del idioma serbocroata. La división es en parte similar a la existente entre el español de España y el español americano, si bien las diferencias dentro del ámbito lingüístico del español son mayores que las del croata y el serbio. El croata y las otras así llamadas variedades del serbocroata se diferencian en pequeñas cosas (uso de palabras, gramática); sin embargo, son equivalentes y mutuamente inteligibles. El croata es hablado principalmente en Croacia, en donde es oficial, así como en las zonas de Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Serbia, Macedonia del Norte, Montenegro y Kosovo habitadas por croatas.
Es, asimismo, la lengua nativa hablada por la diáspora croata, que se encuentra diseminada mayormente en países como Alemania, Rumania, Canadá, Eslovaquia, Australia, Estados Unidos y en América del Sur (principalmente en Argentina y Chile), donde hay amplias concentraciones de croatas nativos o descendientes de croatas que aún mantienen sus costumbres, como el idioma.
Es, asimismo, la lengua nativa hablada por la diáspora croata, que se encuentra diseminada mayormente en países como Alemania, Rumania, Canadá, Eslovaquia, Australia, Estados Unidos y en América del Sur (principalmente en Argentina y Chile), donde hay amplias concentraciones de croatas nativos o descendientes de croatas que aún mantienen sus costumbres, como el idioma.
País
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Austria
Sus orígenes se remontan al año 976, cuando se estableció como marca del Sacro Imperio Romano Germánico. Tras el ascenso al trono de la Casa de Habsburgo en 1278, se convirtió en una parte fundamental del imperio, siendo finalmente el lugar de origen de los Sacros Emperadores. Tras la disolución del Sacro Imperio como consecuencia de las Guerras napoleónicas, Austria se convirtió en un imperio independiente. De ahí, tras la fallida Revolución húngara de 1848, el Estado fue reorganizado para dar origen a Austria-Hungría. Finalmente, el Imperio de los Habsburgo terminó en 1918 al finalizar la Primera Guerra Mundial. -
Bosnia y Herzegovina
En 1992, la antigua República Socialista de Bosnia y Herzegovina obtuvo su independencia como República de Bosnia y Herzegovina, como una de las seis unidades federales constituyentes de la antigua Yugoslavia surgida al final de la Primera Guerra Mundial, y tras la guerra de Bosnia quedó constituida como república federal, según los términos de los Acuerdos de Dayton (1995), que preveían su administración tutelada por un alto representante elegido por el Consejo de la Unión Europea. Su estructura es descentralizada y dividida en dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Srpska. Por el momento, no existe una fecha prevista para el fin del protectorado europeo sobre Bosnia y Herzegovina y la recuperación de su plena soberanía. Cabe destacar que Bosnia y Herzegovina es el único país de Europa miembro del G-77, grupo de los 77 más China. -
Montenegro
Durante muchos siglos, el territorio, como Principado de Zeta, fue gobernado por una sucesión de dinastías, obteniendo su estatuto internacional como nación independiente en el Congreso de Berlín (1878), convirtiéndose luego en el Reino de Montenegro. Tras la Primera Guerra Mundial, el país alcanzó un acuerdo con Serbia para formar una federación que culminaría con la formación del Estado conocido como el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos y con el fin de la Segunda Guerra Mundial, dicho reino pasó a formar parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia, en la que Montenegro permanecería hasta su desintegración en 1992.