Islas Cook (Cook Islands)
La población se concentra en la isla de Rarotonga (14,153 habitantes en 2006), donde se encuentra el aeropuerto internacional. Hay también muchos ciudadanos de las islas Cook que viven en Nueva Zelanda, particularmente en la isla Norte. En el censo de 2006 había 58 008 personas identificadas como descendientes de los maoríes de las Islas Cook.
Con más de 90 000 visitantes al año en 2006, el turismo es la principal fuente de ingresos de las islas, por encima del negocio de bancos, perlas y las exportaciones de productos del mar y frutas exóticas.
La defensa y la representación exterior son responsabilidad de Nueva Zelanda, que además debe consultar a las Islas Cook. Aun así en los últimos años las Islas Cook han ido adoptando una creciente independencia en lo que se refiere a la gestión de los Asuntos Exteriores. Los ciudadanos de las Islas Cook tienen la ciudadanía neozelandesa y también la nacionalidad propia de las Islas Cook.
La capital es Avarua. Una forma popular de arte en las islas es el tivaevae, edredones hechos a mano.
Las Islas Cook fueron pobladas por primera vez en el de nuestra era por pueblos polinésicos que migraron desde las cercanías de Tahití, al sureste.
Los primeros contactos europeos en la isla se remontan a 1595, cuando el explorador español Álvaro de Mendaña de Neyra avista la isla Pukapuka y la bautiza como San Bernardo. En 1606 el explorador Pedro Fernández de Quirós avista Rakahanga, que la llama Gente Hermosa. En 1764 los británicos avistan Pukapuka y la llaman Danger Island pero no llegan a asentarse.
Entre 1773 y 1779, el capitán James Cook reclamó para la corona británica el archipiélago que ahora lleva su nombre, entre las islas de Tahití y Tonga. En 1888, las islas adquieren el estatus de protectorado, pasando a ser anexadas en 1901 por Nueva Zelanda. El 4 de agosto de 1965, Nueva Zelanda confiere a las Islas Cook la autonomía. En 1985 se firma el Tratado de Rarotonga, el cual declara el Pacífico Sur como zona no nuclear.